lunes, 6 de junio de 2011

El inmortal

Estoy intranquilo, por mas que intento conciliar el sueño se repite constantemente la misma idea... Como fue a ocurrir esto.
Cada vez que cierro mis ojos para tratar de dormir algo la veo a ella, mi diosa, mi amante, mi dolor, siento su perfume, sus caricias, su piel, y luego un susurro me despierta. Es Eva que duerme junto a mi desde el día en que me perfore la pierna. Nunca la he visto con otros ojos que no sean los de un hermano mayor, es demasiado inocente, demasiado buena, con mucho futuro por delante, y aunque yo se que ella siente algo por mi, nunca me atrevería a dañarla con mi ausencia.
Algunas noches la escucho sollozar... Todavía debe estar afectada por la muerte de su padre a manos de esos drogadictos.

A todo esto se me suma la aparición de este lunático, imitador de pacotilla. Tratando de hacer lo mismo que yo hice, dejando en nada mi sacrificio. Si alguien seguía por las calles haciendo la labor de vigilante entonces la gente creería que Talión no había muerto y que todo seria mentira de los medios.
Eva me decía que él era igual que yo en un principio, y que de la misma forma que yo creía se debía entregar justicia él la creería a su modo.
Un punto de vista totalmente aceptable, salvo que en la forma somos total y absolutamente distintos.
Mientras yo usaba la fuerza y los golpes brutos para dejar fuera de combate a los delincuentes, el "Inmortal" disfruta con la muerte.
Creo que tendré que volver a la acción nuevamente. El muy estúpido comenzó a asesinar abogados y solamente yo puedo detenerlo.








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