lunes, 16 de mayo de 2011

Una gran herida

Definitivamente no fue buena idea haber permitido que Charlie me entrevistara.
Lo de la rebelión de las masas en contra de la delincuencia fue una muy, pero muy mala idea. En un principio la gente comprendio el llamado que estábamos haciendo, "no le temas a la delincuencia" era el mensaje, "toma la justicia por tus manos" era la acción. No tomamos el real peso en nuestras palabras. Las primeras acciones fueron de unos vecinos de un barrio que sorprendían al ladrón de turno tratando de asaltar a alguien, el cual terminaba siendo capturado y llevado a la comisaria; pero todo derivo en una gran escalada de violencia donde los habitantes de los barrios se enfrentaban armados con pistolas, escopetas y otras armas de fuego, contra grupos de delincuentes armados de igual forma... la inocencia se había perdido, ya no habían victimas y victimarios por separado, todo era caos.
La única forma de detener todo esto era con un gran sacrificio... el mio, pero no me iría solo ni en silencio.
Tome el viejo Ford Falcon del abuelo de Charlie y conduje hasta la mansión de Francisco Sotomayor, sin pensarlo mucho lo estrelle en contra del portón de la reja pasando a llevar a un par de matones armados no sin antes saltar del vehículo en movimiento. A penas el auto se detuvo incrustado en el portón deformado y semi abierto, salte por sobre el techo del auto y me arroje con las rodillas sobre uno de los matones que se estaba recuperando, un sonoro 'crack' me indico que lo mas probable era que sus costillas se hubieran roto y que ya no seria una molestia, del otro sujeto no me preocupe puesto que estaba atrapado entre el auto y el portón. Rápidamente recorrí el jardín y sorprendí con una patada en el pecho a uno de los soldados que salían por la puerta principal, un escopetazo me dio de lleno en el pecho pero la Armorflex se portaba como una campeona y absorbió todo el impacto distribuyéndolo por el resto del cuerpo. Basto una mirada furibunda para que el sujeto que me disparo emprendiera retirada, debió creer que era el mismo diablo, pero logre cogerlo lo bastante a tiempo para cubrirme de otro escopetazo, use el mismo cuerpo para aventarselo a quien me atacaba. El tiempo se me agotaba, de lejos se oían los gritos de los hombres que se trataban de organizar para ingresar a darme caza, ya sabia donde se encontraba Francisco asi que simplemente me dirigí a su habitación, "garrero" que se me cruzaba por el camino lo iba inutilizando... combos en la traquea y bastonazos en el rostro los dejaba rápidamente fuera de acción.
Cuando ingrese a la habitación esperaba encontrarme con un tipo parapetado con una ametralladora teniendo a una rehén para protegerse como escudo, pero lo que me encontré fue a este zar de la droga sentado en un gran sillón, con una botella de vino en su mano izquierda y un corvo en su derecha.
No espere a que hablara o dijera algún tipo de discurso, no tenia tiempo ni paciencia para eso.
Me abalancé sobre el y el mismo corvo que trato de alzar en mi contra se lo incruste en la cara.
Una de las gracias que tiene la Armorflex es que permite guardar pequeños objetos en varias partes de ella, así que extraje todo el relleno de la espalda de la "Armor" (que es un tipo de explosivo) y lo combine con el relleno de las botas (que es el catalizador), con la mezcla rápidamente unida.
Un salto por la ventana.
Una gran explosión.
Portadas en los diarios.

Talion había muerto, y sin la inspiración rápidamente decayeron los ánimos, la otrora gente honesta volvió a dejar a la policia hacer su trabajo y abandonaron las armas. Comprendieron que si un "superheroe" podía morir, a ellos no les podría ir mejor.
En un par de semanas la escalada de violencia disminuyo drasticamente, e inclusive la delincuencia bajo. Se rumoreaba que Talion no había muerto y que cuando alguien hacia algo malo Talion aparecía y le daba su merecido.

La verdad fue que después del salto sufrí una gran herida en la pierna, una esquirla producto de la explosión me atravesó el muslo y estuvo a milímetros de tocar la arteria femoral.
Lo cierto es que el periodo que estuve recuperandome (gracias Evangelina) alguien estuvo haciendo mi trabajo pero de forma mas encubierta... que como lo se, el nos encontró, a mi y a Evangelina... se hacia llamar Inmortal.