jueves, 31 de marzo de 2011

En busca de un pez mayor

Gracias a las nuevas protecciones que tengo, ahora me puedo desplazar con mayor libertad por la ciudad. No necesariamente llamo la atención por parecer entrenador de perros como antes.
Desde que me despidieron de mi trabajo he tenido bastante mas tiempo libre, y el dinero no me hace falta... tomo el que necesite cada vez que hago vendettas sobre casas de droga, pero trato de no acostumbrarme a eso. No quiero terminar pensando que esto lo hago por ese dinero sucio. Eva me permite que le ayude en el cybercafe durante el dia y me paga un poco por esa ayuda, nada formal ni prevision social ni nada de eso... total no creo que llegue a viejo. Estoy mas que convencido que un día de estos mi nombre aparecerá como noticia curiosa en algún periódico de la ciudad.

Estas casas menores de droga son bastante fáciles de asaltar, de cinco a seis guardias, drogas, dinero, huesos rotos, no es gran cosa. Una que otra vez me han intentado poner una trampa, pero siempre están mas preocupados de la mercancía que de un sujeto solitario.
Así que decidí dar un golpe mayor. Si quería causar daño de verdad tenia que dejar de ir por los soldados y buscar a los generales.
Francisco Sotomayor era su nombre, líder de los "Garra Sucia". Controlaba todo el negocio de la droga del sector sur de la ciudad. Creí que seria algo difícil el poder llegar a él, pero aun los tipos sucios como el tienen que dormir.

jueves, 10 de marzo de 2011

Protegido

Finalmente llego a mi la encomienda que encargue al exterior. Fueron cerca de dos semana en las que lo pude salir a patrullar por haber perdido mi armadura artesanal a manos de la policía, pero por fin llego mi recién estrenada "Armorflex". Ahora tengo mayor movilidad que con la antigua chaqueta reforzada y los pantalones remachados, pero no sabia si tendría la misma amortiguación a los golpes que con la anterior.
Así que con mi nueva amiga que conocí mientras revisaba mi correos electrónicos en el cybercafe nos propusimos ponerla a prueba. A todo esto ella se llama Evangelina (nombre de artista la muchacha) y descubrio quien yo era gracias a su conocimientos en computacion, no le gusta que le digan hacker. Sus padres tienen unos galpones que arriendan a empresas constructoras para guardar maquinarias, sitio ideal para testear sin ser vistos.
Después de dos palos de 3x3, un bate de aluminio, una llave inglesa y una .35 nos quedo mas que claro que la aleación hecha por mi amigo Stephen realmente funcionaba.